Juan Rulfo (1918-1986)
Juan Rulfo nació
el 16 de mayo de 1917. Él sostuvo que esto ocurrió en la casa familiar de
Apulco, Jalisco, aunque fue registrado en la ciudad de Sayula, donde se
conserva su acta de nacimiento. Vivió en la pequeña población de San Gabriel,
pero las tempranas muertes de su padre, primero (1923), y de su madre poco
después (1927), obligaron a sus familiares a inscribirlo en un internado en
Guadalajara, la capital del estado de Jalisco.
Durante
sus años en San Gabriel entró en contacto con la biblioteca de un cura
(básicamente literaria), depositada en la casa familiar, y recordará siempre
estas lecturas, esenciales en su formación literaria. Algunos acostumbran
destacar su temprana orfandad como determinante en su vocación artística, olvidando
que su conocimiento temprano de los libros mencionados tendría un peso mayor en
este terreno.
Una
huelga de la Universidad de Guadalajara le impide inscribirse en ella y decide
trasladarse a la ciudad de México. La imposibilidad de revalidar los estudios
hechos en Jalisco tampoco le permite ingresar a la Universidad Nacional, pero
asiste como oyente a los cursos de historia del arte de la Facultad de
Filosofía y Letras. Se convierte así en un conocedor muy serio de la
bibliografía histórica, antropológica y geográfica de México, temas que un
estudio minucioso de su obra literaria y fotográfica permite rastrear en las
mismas, además de los textos y la labor editorial que les dedicó. Durante buena
parte de las décadas de 1930 y 1940 viaja extensamente por el país, trabaja en
Guadalajara o en la ciudad de México y a partir de 1945 comienza a publicar sus
cuentos en dos revistas: América, de la capital, y Pan, de Guadalajara. La
primera de ellas significa su confirmación como escritor, gracias al apoyo de
su gran amigo Efrén Hernández. Publica sus imágenes por primera vez, también en
América, en 1949. Pero fue a finales de la década de 1930 cuando se iniciaba
como escritor y fotógrafo, aunque pocos sabían de esto.
A
mediados de los cuarenta da comienzo también su relación amorosa con Clara
Aparicio, de la que queda el testimonio epistolar (publicado en 2000 en Aire de
las colinas. Cartas a Clara). Se casa con ella en 1948 y los hijos aumentarán
la familia poco a poco. Abandona su trabajo en una empresa fabricante de
neumáticos a principios de los cincuenta y obtiene en 1952 la primera de dos
becas consecutivas (1952-1953 y 1953-1954) que le otorga el Centro Mexicano de
Escritores, fundado por la estadounidense Margaret Shedd, quien fue sin duda la
persona determinante para que Rulfo publicase en 1953 El Llano en llamas (donde
reúne siete cuentos ya publicados en América e incorpora otros ocho, nuevos) y,
en 1955, Pedro Páramo (novela de la que publicó tres adelantos en 1954, en las
revistas Las letras patrias, Universidad de México y Dintel). En 1958 termina
de escribir su segunda novela (muy breve), El gallo de oro, que no se publicará
hasta 1980. En 2010 aparece la edición definitiva de esta última obra, después
de una revisión cuidadosa del original que permitió eliminar errores e
inconsistencias de la versión previamente conocida.
A
partir de la publicación de los dos primeros títulos el prestigio literario de
Rulfo habrá de incrementarse de manera constante, hasta convertirse en el
escritor mexicano más reconocido en México y el extranjero. Entre sus
admiradores se cuentan Mario Benedetti, José María Arguedas, Carlos Fuentes,
Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez, Günter Grass, Susan Sontag, Elias
Canetti, Tahar Ben Jelloun, Urs Widmer, Gao Xingjian, Kenzaburo Oe, Enrique
Vila-Matas y muchos otros. Encuestas hechas en México, España, Alemania,
Noruega y otros sitios ubican siempre los títulos de Juan Rulfo en un lugar
prominente la literatura universal. Sus lectores en las más diversas lenguas se
renuevan continuamente y las nuevas traducciones no cesan de aparecer. Juan
Rulfo es el escritor mexicano más leído y estudiado en su país y en el
extranjero.
En
2003, con motivo de los cincuenta años de la publicación de El Llano en llamas,
apareció Noticias sobre Juan Rulfo, del reconocido especialista en Rulfo
Alberto Vital. Se trata de un libro de gran formato y calidad, profusamente
ilustrado, y constituye la biografía más completa dedicada al escritor y
fotógrafo mexicano. En 2005, con motivo del 50 aniversario de la aparición de
Pedro Páramo, se publica La recepción inicial de Pedro Páramo, de Jorge Zepeda,
quien se consagró con este título como uno de los estudiosos más competentes de
la obra de Juan Rulfo. En 2006, para recordar el 20 aniversario luctuoso de
Rulfo, se publicó Tríptico para Juan Rulfo: poesía, fotografía, crítica, donde
diversos autores abordan los temas del subtítulo en relación con su obra. En
2008 apareció Retales, compilación de 17 textos de otros autores que Rulfo
había propuesto a los lectores de la revista El Cuento. En 2010 se ha
presentado Juan Rulfo: otras miradas, obra de 500 páginas coordinada por Víctor
Jiménez, Julio Moguel y Jorge Zepeda, en la que se reúnen opiniones sobre la
obra de Juan Rulfo de autores extranjeros de primera importancia, como Gabriel
García Márquez, Jorge Luis Borges, Susan Sontag, Tahar Ben Jelloun, Urs Widmer,
Gao Xingjian, Kenzaburo Oe y otros, así como una serie de ensayos sobre el tema
de la traducción de esa obra a los más diversos idiomas. En el mismo año de
2010 ha aparecido Nuevos indicios sobre Juan Rulfo: genealogía, estudios,
testimonios, bajo la coordinación de Jorge Zepeda y con artículos sobre los
orígenes de la familia de Juan Rulfo en México (en el estado de Michoacán, en
el siglo xviii, así como transcripciones hechas por Juan Rulfo de distintos
textos relativos a la historia de ese estado e igualmente nuevos trabajos sobre
la obra fotográfica y literaria de Rulfo, así como sus labores en el Instituto
Nacional Indigenista.
Las
dos últimas décadas de su vida las dedicó Rulfo a su trabajo en el Instituto
Nacional Indigenista de México, donde se encargó de la edición de una de las
colecciones más importantes de antropología contemporánea y antigua de México.
Rulfo, que había sido un atento lector de la historia, la geografía y la
antropología de México a lo largo de toda su vida, colmaría con este trabajo
una de sus vocaciones más duraderas.
Rulfo
publicó fotografías suyas por primera vez en 1949, en la revista América, como
ya se dijo, y en 1960 expuso en Guadalajara una pequeña colección (unas 23) de
sus fotos, pero fue la exposición de 1980 en el Palacio de Bellas Artes la que
abrió al público más amplio el conocimiento de esta parte de su creación; desde
entonces el interés por el fotógrafo Juan Rulfo no ha cesado de incrementarse y
con él las exposiciones y los libros dedicados a sus imágenes. En 2001 apareció
México: Juan Rulfo fotógrafo, libro-catálogo de la exposición del mismo nombre,
traducido ya al inglés, francés, italiano y alemán. La exposición se ha
presentado en España, Italia, Francia, Grecia, Brasil, Argentina, Perú, los
Estados Unidos, Marruecos, Portugal, México y Colombia. En 2002 apareció el
libro Juan Rulfo, letras e imágenes, con textos suyos sobre la historia y la
arquitectura de México y una selección de sus fotografías de edificios
mexicanos de diversas épocas. A principios de 2006 se presentó el libro de
pequeño formato Juan Rulfo, fotógrafo, con una selección de fotos y estudio
preliminar de Andrew Dempsey. En 2007 se dio a conocer el libro Tríptico para
Juan Rulfo: poesía, fotografía, crítica, coordinado por Víctor Jiménez, Alberto
Vital y Jorge Zepeda, con ensayos sobre la fotografía de Rulfo por Carlos
González Boixo, Daniele De Luigi y Lon Pearson. Éste último autor presenta la
exposición de 1960, recuperada gracias a su testimonio, y se reproducen las 23
fotografías que la integraron. Igualmente se hace en este libro una edición
facsimilar del encarte que apareció en 1949 en la revista América con once
fotografías de Rulfo, las primeras que alguna vez publicara. En 2009 ha
aparecido otro libro de pequeño formato, Juan Rulfo: Oaxaca, con cincuenta
imágenes tomadas por Rulfo en el estado mexicano de Oaxaca en la década de
1950. La selección de las fotos estuvo a cargo de Andrew Dempsey y Francisco
Toledo. La última publicación de gran formato sobre las fotografías de Rulfo ha
aparecido en octubre de 2010 y lleva el título de 100 fotografías de Juan
Rulfo. La selección de las imágenes fue hecha por Andrew Dempsey y Daniele De
Luigi.
La
obra literaria de Juan Rulfo no cesa de editarse en español y un número
creciente de idiomas, que se acercan al medio centenar actualmente. De algunas
lenguas se han realizado ya varias versiones.
Juan
Rulfo falleció en la ciudad de México el 7 de enero de 1986.
Las nuevas
generaciones de escritores y lectores se aproximan con renovado asombro a las
páginas de los libros de Rulfo y su curiosidad por la vida y la obra del autor
jalisciense no disminuye. La erudita biografía llevada a cabo por uno de sus
estudiosos más serios, Alberto Vital, Noticias sobre Juan Rulfo, ya mencionada,
cumple con rigor la tarea de proporcionar información y reflexión serias a los
lectores de Rulfo interesados en profundizar en este campo. Los restantes
libros mencionados contribuyen al conocimiento de otros aspectos de su vida y
producción en los campos de la literatura y la fotografía.
Rulfo
como fotógrafo
En
octubre de 2010 se ha lanzado un nuevo libro de gran formato sobre el trabajo
fotográfico de Juan Rulfo: 100 fotografías de Juan Rulfo. Aparece
simultáneamente en tres idiomas: español, inglés y portugués de Brasil. Se
trata de un título de larga gestación, iniciado diez años atrás por el curador
inglés Andrew Dempsey, quien consultó la totalidad del archivo fotográfico de
Juan Rulfo. En 2006 se sumó a su trabajo el historiador italiano de la
fotografía Daniele De Luigi, quien colaboró en el establecimiento de la
selección de las 100 imágenes que integran de manera muy concienzuda esta
publicación, que se habrá de convertir en exposición en el futuro cercano.
Los
autores de la selección decidieron agrupar las fotografías en cuatro apartados
relativos al acercamiento de Rulfo a la realidad mexicana: los edificios, los
pueblos, los paisajes y los retratos. Se ha tratado con esto de dar coherencia
e individualidad a los principales temas abordados por Juan Rulfo, que
corresponden a preferencias intelectuales suyas muy claramente perfiladas, así
como a sus preferencias en el campo de la fotografía propiamente dicha. Andrew
Dempsey y Daniele de Luigi aportan textos de gran penetración sobre todo esto,
y se incluyen dos textos de Rulfo mismo dedicados a la fotografía: uno sobre
Henri Cartir-Bresson y sus fotografías mexicanas y otro donde analiza la obra
del fotógrafo mexicano Nacho López, con quien mantuvo una amistad. En estos
escritos Rulfo arroja, de manera indirecta, una importante luz sobre su propio
trabajo fotográfico.
El
libro tiene una extraordinaria calidad (fue impreso en Hong Kong por la
japonesa Toppan Printing Company) y habrá de ser, por mucho tiempo, la obra de
referencia, en su género, sobre Juan Rulfo como fotógrafo. Aparece bajo el
sello de Editorial RM en español e inglés, y en coedición de esta misma con
Cossac Naify en portugués de Brasil.
Rulfo
y el cine
En 1980, la
editorial Era publicaba “El gallo de oro y otros textos de cine”, donde
aparecía la novela breve que da título al conjunto, y dos piezas más: “La
fórmula secreta” y “El despojo”. “El gallo de oro” conoció dos
versiones cinematográficas diferentes: la de Roberto Gavaldón, de 1964, donde
Juan Rulfo era el encargado del argumento (existe edición en Alianza
Editorial), y en el guión participaron el propio director, Carlos Fuentes y
Gabriel García Márquez. La fotografía era de Gabriel Figueroa. En 1986, Arturo
Ripstein se inspiró en ese texto para rodar “El imperio de la fortuna” (1986).
El guión de “La fórmula secreta” lo redactó Rubén Gámez, director de la pieza
en 1964. Y para “El despojo”, que dirigió Antonio Reynoso, el propio Rulfo elaboró
el argumento y el guión de un corto de doce minutos.
También
vendió los derechos de “Pedro Páramo”. El cineasta gallego Carlos Velo hizo en
1966 su versión (que escribió por cierto unas sabrosas memorias eróticas), con
guión de Carlos Fuentes, el propio Velo y Manuel Barbachano. La película
contaba con fotografía de Figueroa y la dirección de arte correspondió al
oscense Julio Alejandro de Castro, un gran amante de las chamarilerías y
guionista de Buñuel. “Pedro Páramo” no resiste la comparación con la novela,
pero es una película que tiene entidad y que posee un código cinematográfico.
Una década después, José Bolaños, el amante mexicano de Marilyn Monroe, al que
llamó antes de morir, volvió a rodar “Pedro Páramo (El hombre de la media
luna)”, en cuya adaptación y guión trabajó el propio Rulfo. Tampoco fue un
éxito.
Los
expertos sostienen que las adaptaciones cinematográficas del autor de “El llano
en llamas” están muy por debajo de su narrativa. Han sido varios los cuentos de
Rulfo trasladados a la gran pantalla en cortos y en largos. A él le gustaba el
cine, e incluso puede verse algo curioso: muchas de sus imágenes parecen
secuencias de cine, y tomó espléndidas imágenes de ese volcán de belleza y
carácter que era María Félix en “La Escondida” y de “El despojo”. Las fotos de
María Félix son extraordinarias, una de ellas, donde ella parece bailar sobre
el páramo con un vestido hecho de jirones, son extraordinarias. El viejo
Patricio Julve habría dicho: “Son las fotos de un enamorado”.
Escucha a Rulfo leer el cuento “No oyes ladrar los perros”
Entrevista a Juan Rulfo en el programa A fondo
Adaptación cinematográfica de “El
gallo de oro”
Enlaces externos
Descarga Pedro Páramo
Descarga El llano en llamas
Cátedra Juan Rulfo
Diversas entrevistas hechas al autor durante su vida artística
Descarga El llano en llamas
Cátedra Juan Rulfo
Diversas entrevistas hechas al autor durante su vida artística
José Revueltas
Nació el 20 de noviembre de 1914 en Santiago Papasquiaro, Durango y murió en la Ciudad de México, el 14 de abril de 1976. Fue hermano del músico Silvestre, la actriz Rosaura y el pintor Fermín Revueltas. Fue un hombre quien siempre mantuvo un compromiso social con la militancia política, por lo que fue apresado en diferentes ocasiones en Lecumberri y las Islas Marías. Desde muy temprana edad y hasta su muerte, José Revueltas fue siempre un disidente del sistema político mexicano en todas sus vertientes, incluidas las de izquierda. Fue militante marxista y miembro del Partido Comunista y de la Liga Leninista Espartaco, de la cual fue fundador; sin embargo, fue expulsado de ambos. Se puede decir que José Revueltas no veía en el marxismo una fe, sino un instrumento de liberación social.
La producción literaria de José Revueltas incluye novelas, cuentos, ensayos, crónicas, guiones de cine, obras de teatro y poesía, además fue un crítico político que analizó tanto las estructuras económicas como el sistema universitario de México. Desde su primera novela, Los muros de agua (1941) mostró su dominio en el uso del lenguaje coloquial y en la compleja construcción psicológica de sus personajes. En obras emblemáticas como El luto humano (1943) y Dios en la tierra (1944) se enfocó en la idiosincrasia de su país. Otras como Los días terrenales (1949), y Los errores (1964), causaron escándalo por sus cuestionamientos políticos. Sus trabajos teóricos México: una democracia bárbara (1958) o Ensayo sobre un proletariado sin cabeza (1962), entre otros, dejaron de manifiesto su pensamiento crítico. El apando (1969) es su última novela.
Obtuvo el premio del Concurso Literario Latinoamericano por El luto humano (1943), el Premio a la mejor adaptación cinematográfica (La otra, 1947) y el premio Xavier Villaurrutia por su trayectoria literaria (1967). Octavio Paz dijo que José Revueltas era “uno de los mejores escritores de mi generación y uno de los hombres más puros de México”.
El apando (película completa)
Descarga sus obras aquí.
Algunos estudios sobre el autor y su obra:
Carlos Fuentes
Nació en la ciudad de Panamá en 1928 y murió en la ciudad de México en 2012. Fue narrador y ensayista mexicano. Ha sido uno de los escritores más importantes de la historia literaria de México. Fue hijo de un diplomático por lo que tuvo una infancia cosmopolita y estuvo inmerso en un ambiente de intensa actividad intelectual. Estudió la Licenciado en Leyes en la Universidad Nacional Autónoma de México y se doctoró en el Instituto de Estudios Internacionales de Ginebra, Suiza. Su vida estuvo marcada por constantes viajes y estancias en el extranjero, sin perder nunca la base y plataforma cultural mexicanas. En la década de los sesenta participó en diversas publicaciones literarias. Junto con Emmanuel Carballo fundó la Revista Mexicana de Literatura, foro abierto de expresión para los jóvenes creadores.
A lo largo de su vida ejerció la docencia como profesor de literatura en diversas universidades mexicanas y extranjeras, y se desempeñó también como diplomático. Impartió conferencias, colaboró en numerosas publicaciones y, junto a la narrativa, cultivó también el ensayo, el teatro y el guion cinematográfico. Algunos de sus ensayos de tema literario fueron recopilados en libros como La nueva novela hispanoamericana (1969) y Cervantes o la crítica de la lectura (1976).
A los veintiséis años se dio a conocer como escritor con el volumen de cuentos Los días enmascarados (1954), que fue bien recibido por la crítica y el público. Se advertía ya en ese texto el germen de sus preocupaciones: la exploración del pasado prehispánico y de los sutiles límites entre realidad y ficción, así como la descripción del ambiente ameno y relajado de una joven generación confrontada con un sistema de valores sociales y morales en decadencia.
Su éxito se inició con dos novelas temáticamente complementarias que trazaban el crítico balance de cincuenta años de "revolución" mexicana: La región más transparente (1958), cuyo emplazamiento urbano supuso un cambio de orientación dentro de una novela que, como la mexicana de los cincuenta, era eminentemente realista y rural; y La muerte de Artemio Cruz (1962), brillante prospección de la vida de un antiguo revolucionario y ahora poderoso prohombre en su agonía.
Otras de sus obras más importantes son: Las buenas conciencias (1959), que cuenta la historia de una familia burguesa de Guanajuato, y Aura (1962), una narración breve que toca el género de lo fantástico. También se deben destacar Cambio de piel (1967), con las abundantes divagaciones a que se abandonan cuatro personajes ante el espectáculo de una pirámide de Cholula, Zona sagrada (1967) que retrata la difícil relación entre una diva del cine nacional y su hijo y Terra Nostra (1975), novela muy extensa que muchos consideraron inabordable, es probablemente su obra más ambiciosa y compleja; en ella llevó al límite la exploración de los orígenes del ser nacional y de la huella española (el ejercicio del poder absoluto por parte de Felipe II) en las colonias de América.
Obtuvo numerosos premios literarios, entre los que destacan: Biblioteca Breve (España, 1967), Rómulo Gallegos (Venezuela, 1974), Xavier Villaurrutia (México, 1975) Alfonso Reyes (México, 1979), Nacional de Literatura (México, 1984) y Cervantes (España, 1987). El Premio Príncipe de Asturias (España, 1994), además de recibir Doctorados Honoris Causa en las universidades más distinguidas del mundo como Harvard o Cambridge. Fue miembro de El Colegio Nacional desde 1974 y de la American Academy and Institute of Art and Letters desde 1986.
Entrevista de Carmen Aristegui a Carlos Fuentes
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- Discurso Carlos Fuentes, Premio Cervantes 1987.